martes, 3 de septiembre de 2013

origen e inicio de la filosofía en Grecia Part 5

·         33. 1. Hipótesis sobre su origen: b) ¿En qué consiste el cambio? De la moira a la physis 2 Pero si en el fondo todo es lo mismo la aprehensión, el dominio, de la realidad pasa por descubrir eso mismo. Por eso se suele decir que la filosofía surge cuando se intenta reducir la multiplicidad (del mundo que observamos) a unidad (a ese fondo único que es siempre lo mismo). Pero esta reducción de la multiplicidad a unidad se puede entender de muchas maneras. Por ejemplo: el pensamiento cristiano y la ciencia moderna consideran que al principio había algo único (algo único que para los cristianos es Dios, y para la ciencia moderna no está todavía muy claro). Los primeros filósofos (los llamados filósofos presocráticos) no parten, sin embargo, de tal consideración; no consideran que «al principio de los tiempos» hubiese una cosa de la cual van a surgir luego las demás. Consideran, por el contrario, que, desde siempre, ha habido una multitud de cosas que surgen de un fondo permanentemente, y permanentemente van a parar a ese fondo. Por eso podemos decir que, para los presocráticos, la multiplicidad no se reduce nunca del todo a unidad, ni viceversa. Y por eso podemos decir, también, que el suyo es un pensamiento trágico (siempre hay multiplicidad, siempre hay una lucha permanente de las cosas intentando surgir unas de las otras, unas sobre las otras, y limitándose unas a las otras; el suyo es, por la misma razón, un pensamiento de la limitación, de la finitud: todo lo que es es algo delimitado frente a algo otro).
·         34. 1. Hipótesis sobre su origen: b) ¿En qué consiste el cambio? De la moira a la physis 3 La reflexión sobre la naturaleza (physis) es una reflexión sobre lo que ésta es. La filosofía aparece, pues, estrechamente vinculada al problema del ser. Problema del ser que aparece de modo explícito con Parménides, pero que se halla implícito en sus predecesores. Lo que antes era revelado por los dioses mediante signos, oscuramente, le es desvelado, ahora, al hombre, sin intermediarios. Lo que es revelado es la verdad (alétheia, que literalmente significa no-ocultamiento). Como hemos visto se conserva la noción de verdad que se manejaba en la época mítico-poética: verdad es el proceso por el que se manifiesta lo que estaba oculto. La diferencia está en que ahora no hay intervención de los dioses, y lo que antes era papel de los oráculos y de los poetas inspirados es ahora el papel del sabio (= sophos, de donde surgirá posteriormente el nombre de filósofo). El sabio es aquél a quien lo oculto (el origen que se denomina con la palabra griega arkhé ) se le hace manifiesto. En resumen, la filosofía surge en el momento, en que la moira es desplazada como elemento rector del mundo griego y sustituida por la noción de physis (con todo lo que esto conlleva), y paralelamente las decisiones caprichosas de los dioses son sustituidas por el orden necesario inherente a la physis. La filosofía surge, entonces, como una reflexión sobre la physis; reflexión en la que es el sabio, y no el oráculo, ni el poeta inspirado, quien lleva la voz cantante. Y fue, precisamente, en una colonia griega del Asia Menor, una colonia con una fuerte actividad comercial, donde se sitúa el origen preciso de la filosofía. La tradición considera a Tales de Mileto (a quien los antiguos griegos incluían entre los «siete sabios») el iniciador de la filosofía.
·         35. 2. El lenguaje filosófico (a) Ahora, sin embargo, nos encontramos con otro problema. La filosofía va naciendo conforme nace su propio lenguaje. Al mismo tiempo que surge eso que luego se llamará filosofía, se desarrollan toda una serie de términos lingüísticos que le van a permitir expresarse; términos lingüísticos que, a veces, se «inventan» para nombrar nuevas formas de «estar en el mundo», o nuevas «realidades» descubiertas; y, más comúnmente, se toman términos usuales del lenguaje griego de la época pero dándole un significado diferente y/o algún matiz especial. Por eso es necesario familiarizarnos con todo ese lenguaje técnico que pone en marcha el nacimiento de la filosofía. Pero antes de explicar el sentido que tenían algunos conceptos que van a desempeñar un papel importante en el nacimiento de la filosofía, debemos aclarar algunas cosas que nos pueden ayudar a meternos en la mentalidad griega arcaica y a entender estos conceptos.
·         36. 2. El lenguaje filosófico (b) Para empezar, en la Grecia arcaica no existe el «sentimiento de interioridad», no hay una separación clara entre un interior y un exterior del individuo de tipo psicológico (todos los conceptos que denotan interioridad, así θ vµóS (aliento, impulso, deseo), ήτορ (corazón, temple de ánimo), tienen, al mismo tiempo, un sentido que nosotros denominaríamos psíquico, y un sentido que nosotros denominaríamos físico. El sistema de oposiciones entre lo interior (conciencia), y lo exterior (mundo), que para nosotros es tan claro, está muy poco desarrollado (por no decir nada) en el mundo griego arcaico; por contra, funciona de modo espontáneo otro sistema de oposiciones entre lo manifiesto (= lo presente, lo que está ahí, lo perfectamente delimitado), y lo oculto (lo olvidado, lo no presente, no determinado, el caos), al que nosotros sólo encontramos sentido después de pararnos largamente a reflexionar sobre ello.
·         37. 3. El surgimiento de los conceptos fundamentales (a) Logos: su sentido en griego arcaico es el de «palabra», «expresión», «habla», «verbo»; también se usa para significar «ley», «norma», etc. A su vez está en relación con legein verbo que se puede traducir por «hablar», «decir», «definir». Parece ser que un sentido aún más antiguo de esta expresión fue el de «recoger», «reunir» (recoger, reunir, que tenía un sentido selectivo: recoger determinado tipo de madera para una obra, etc.), y puede que ésta fuese la razón por la que acabó designándose con esta expresión al habla, pues al hablar seleccionamos las palabras, las reunimos bajo determinadas condiciones. Esta expresión acabó traduciéndose al latín por verbum y otras veces por ratio de donde viene la expresión hispana «razón». Finalmente la razón se irá convirtiendo en razón lógico­matemática; y por ello, en la modernidad (tras el pleno apogeo de la matematización de lo real), se puede decir que el mundo está escrito con caracteres matemáticos. Pues bien, podríamos decir, igualmente, que en el mundo griego arcaico la razón es lenguaje, o sea logos (sin más restricciones), y que el mundo está escrito con los caracteres de la lengua (y, más concretamente, con los caracteres de la lengua griega).
·         38. 3. El surgimiento de los conceptos fundamentales (b) Alétheia: se traduce usualmente al español como «verdad». El término alétheia es una composición a partir de «a» (que en griego significa no, o in), y de «léthe» (que en griego significa oculto u olvidado). Por lo que la traducción literal de alétheia debería ser «no-oculto», o «no-olvidado». También valdría «desvelado», traducción que suena menos forzada en nuestra lengua. En la poesía y el lenguaje oracular más antiguo alétheia tenía un significado similar al de mnemosyné (memoria), ambas expresiones entran en un sistema de oposiciones frente a léthe (olvido, ocultamiento). Pero alétheia aparece, también, como lo opuesto a apaté (lo aparente), en unos casos; como lo opuesto a pseudés (lo falso), en otros; y como lo opuesto a doxa (opinión), en otros.

·         39. 3. El surgimiento de los conceptos fundamentales (c) Physis: se traduce al español por «naturaleza» pero, como sucede con los otros términos fundamentales que estamos analizando, esta traducción no nos da, por sí sola, el sentido original que tenía en la Grecia antigua. Para empezar, los griegos arcaicos, no entendían la physis (es decir, la naturaleza) en oposición a la técnica, ni a la vida humana en sociedad. La expresión physis viene de la raíz indoeuropea bhu que tiene el significado de crecer, surgir, brotar, producir, engendrar, llegar a ser. Physis es aquello que aparece, que se presenta, y por lo tanto, en último término, la naturaleza entera, el cosmos, el orden total del universo. Pero al concebir la physis como algo dinámico, que surge, lleva también implícito en su sentido, aquello de donde surge; de ahí que otro sentido de physis (que no se da separado del primero) sea «aquello que las cosas realmente son», es decir, frente a los cambios y a las apariencias, aquello que realmente determina a una cosa como tal (en este sentido hablamos, hoy, de la auténtica naturaleza humana, de la naturaleza de las matemáticas, etc.) y que, por lo tanto, permanece a través de los cambios. A este segundo sentido de physis se le conoce como arkhé (= principio, origen). (De aquí podemos concluir también que la reflexión sobre la physis es una reflexión sobre el ser del mundo).

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