·
40. 3. El surgimiento de los
conceptos fundamentales (d) Arkhé: etimológicamente significa «lo antiguo», «lo
que ya había». Es aquello que hay tras lo que aparece, el principio de donde
nace lo que nace. Es el origen de lo que hay, de lo que tenemos; y, por lo tanto,
de la physis entendida como totalidad. A medida que se impone la noción de
physis como la noción rectora, conocer se convierte en dar cuenta de lo que hay
remitiéndolo a su naturaleza más íntima (naturaleza en el segundo sentido), a
su arkhé (origen, principio). El sabio (la palabra filósofo -amante de la
sabiduría- será empleada más tardíamente, de momento se habla de «sabios»), es
quien conoce, quien está en la verdad (alétheia); y esto quiere decir: a quien
lo oculto se le manifiesta. Dikhé: se traduce al español por «justicia». Esta
«justicia» tiene un sentido cósmico de «orden», de «estar cada cosa en su
lugar». Cuando algo trata de imponerse la justicia es la que restituye cada
cosa a su sitio. Dikhé aparece, frecuentemente, en oposición a hybris, expresión
con la que se nombra la «desmesura», la «demasía»; está poseído por la hybris
quien pretende realizar cosas por encima de las posibilidades propias (por lo
que inevitablemente, será castigado por la dikhé). Por ese sentido de orden, de
estar cada cosa en su lugar, que arrastra la expresión dikhé, su sentido nos
recuerda el de logos, e, igualmente, el de moira, y el de physis. Todas estas
«expresiones fundamentales» nombran, con ligeras variaciones y matices, lo
mismo.
·
41. 3. El surgimiento de los conceptos
fundamentales (e) Nomos: se puede traducir por «norma», o «ley»; aunque con
frecuencia tiene el sentido de «costumbres». Ethos: la expresión está en el
origen de la palabra castellana «ética». Su sentido original era el de
«costumbres», y también «morada», «modos de ser». Ethos y nomos acabaron
usándose para aquello que se refiere al ámbito de la polis al ámbito de lo
humano (sobre todo, a partir de los sofistas), por ejemplo: para designar las
leyes que rigen la polis, o el comportamiento de los hombres. Nous: se traduce
a veces por «mente», y otras por «conocimiento», «inteligencia» o
«pensamiento». Su sentido antiguo está muy poco claro. La expresión nous
aparece ya en la Odisea y entre los presocráticos aparece en Anaxágoras. Su
sentido parece ser el de «conocer», «discernir» en un sentido previo a la
distinción entre conocimiento sensible y conocimiento intelectual, distinción
que es establecida por Sócrates y Platón, a partir de entonces se usa para
significar «conocimiento superior» (esto es, el conocimiento intelectual
diferenciado del conocimiento sensible). Aristóteles concibe el nous como la
parte superior del alma, como «entendimiento».
·
42. 3. El surgimiento de los
conceptos fundamentales (f) Psikhé: traducida habitualmente por «alma». En sus
orígenes arcaicos se entendía por psikhé algo del hombre que permanece después
de morir para habitar en el Hades. Pero no la concebían como algo estrictamente
espiritual, al margen de lo físico: el alma es la «imagen», la «figura»
(incluidas sus características sensibles) del individuo, que permanece tras su
muerte. Veremos que, primero en los pitagóricos, y luego en Platón y
Aristóteles, el término irá adquiriendo unas características más precisas.
Doxa: traducida al español por «opinión» o «parecer». Muchos pensadores griegos
suelen usar esta expresión para expresar aquel tipo de conocimiento que se
queda en lo común y superficial frente al auténtico saber que busca la verdad.
A partir de Platón se usa para designar al saber que obtenemos por los
sentidos, frente al procedente del nous.
·
43. 3. El surgimiento de los
conceptos fundamentales (g) Areté: suele traducirse por «virtud», pero debe
entenderse ésta, no en el sentido moral-religioso que ha adquirido al contacto
con el pensamiento cristiano. Por virtud se entendía la potencialidad,
habilidad o capacidad. El español recoge, en cierta medida, el sentido que la
expresión tenía en griego cuando entendemos virtud en el sentido de, por
ejemplo, ser un «virtuoso» del piano. En las polis de la Grecia arcaica,
dominadas por una aristocracia rural, la virtud era una cualidad atribuida de
modo específico a los nobles; y por tal se entendía la capacidad para el mando
y la guerra, así como la capacidad política, la belleza (que es al mismo tiempo
de tipo físico y espiritual, ya que no hay distinción clara entre estos
términos), y la sabiduría (entendiendo por tal una sabiduría de tipo
teórico-práctico no aprendida sino instintiva). La virtud le vendría dada a los
nobles por su propia naturaleza (lo que no quita para que individualmente
tuvieran que demostrarla en la guerra, en la política, y en el trato con sus
semejantes: el éxito en las acciones llevadas a cabo y la fama, confirmaban la
posesión de esta virtud, el fracaso era indicio de su falta) y no puede ser
aprendida. Posteriormente, con el triunfo de la democracia, los sofistas
introducirán un concepto de virtud distinto: su finalidad sigue siendo el éxito,
pero, ahora se considera que la virtud está al alcance de todos los ciudadanos
y puede ser enseñada a través de un proceso de educación o formación (paideia).
·
44. 3. El surgimiento de los
conceptos fundamentales (h) Sophos: palabra que podemos traducir por «sabio».
Significa «competente», «diestro», «hábil». A su vez, philos significa «lo
perteneciente a», de donde deriva también «amigo». De la unión de ambas
palabras surge philosophía (expresión usada por vez primera por Platón); y
(philosopho, que puede ser traducida como «amigo de la sabiduría» (esta
expresión fue usada por vez primera por Heráclito, como si, considerando una
arrogancia considerarse sabio, algo sólo atribuible a los dioses, se contentase
con definirse como «un amigo», «un buscador», de la sabiduría). Eón, einai: se
suele traducir por «ser» y «ente». De ahí ontología como «ciencia del ser».
Estoikheion: se suele traducir por «elemento». Por tal se entienden las partes
más simples en que se pueden descomponer las cosas. Son una serie de pensadores
posteriores a Parménides (Empédocles, Anaxágoras, Demócrito), los primeros que
explican la naturaleza considerando que las cosas, tal como las vemos, estarían
compuestas por otras más simples, cada una de las cuales reuniría las
características - al menos algunas de ellas- del ser parmenídeo
(invariabilidad, permanencia, limitación, etc.); pero no son estos pensadores
los que usan la expresión estoikheion para denominar a estos elementos más
simples, sino que es Aristóteles el que emplea tal nombre.
·
45. 3. El surgimiento de los
conceptos fundamentales (i) Paideia: es la sabiduría puesta al servicio de la
educación del ciudadano. Desarrollada por los sofistas que se presentan como
maestros de virtud, en un momento en que, tras el triunfo en Atenas y en parte
del mundo helénico del sistema democrático, ya no se considera a la virtud como
algo innato a la nobleza, sino algo enseñable. Puede traducirse al español por
«educación», o, más adecuadamente por «formación». Dialegein: esta expresión ha
pasado al vocabulario castellano como «dialéctica», pero no está de más
recordar su origen griego. La expresión dialegein es un compuesto de día que
significa algo así como «pasar», «ir de una cosa a otra»; y «legión», que, como
ya hemos visto, significa «decir», «definir», «determinar», «contar»; una
traducción literal explicativa de dialéctica podía ser
·
«pasar de una definición a otra».
Algunos historiadores consideran a Heráclito el padre de la dialéctica, otros a
Zenón de Elea, y otros, finalmente, a Platón que es, de entre los pensadores
griegos, quien la desarrolló de un modo más sistemático, elevándola a la
categoría de forma suprema del conocimiento.
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