martes, 3 de septiembre de 2013

Tema filosofia contemporanea

1. Contexto histórico:
Fundamentalmente se relacione el contenido de esta filosofía con el sistema Hegeliano, obra del filósofo alemán del siglo XIX Hegel, conocido como el máximo representante delidealismo absoluto : La razón no tiene límites. “Lo que es racional, es real; y lo que es real es racional”. Es posible un saber absoluto cuyo método es la dialéctica: se trata de superar la contradicción. La filosofía hegeliana supone el última gran sistema filosófico occidental.
Su propio autor estaba convencido de que todo estaba explicado. Con el auge de las ciencias, la confianza absoluta se puede explicar hasta el fin de la historia. De la escuela de Hegel suceden múltiples corrientes que llegan hasta nuestros días. Las más cercanas a él se denominaron “la izquierda hegeliana” y “la derecha hegeliana”.
La característica más importante de este periodo es la disparidad de enfoques, perspectivas, es decir, distintas escuelas muy heterogéneas, con puntos de vista afectados por factores socioculturales totalmente contemporáneos (sobre todo el factor que más influye es la crisis política y también el avance de las ciencias empíricas y formales, descubrimiento y práctica del psicoanálisis) frente a la uniformidad y linealidad de la filosofía moderna.
·         Marco político-social: se aprecian las consecuencias de la Revolución Francesa (1789): el régimen político, también el régimen religioso, junto con la estructura social y económica que supone la industria, marcan el enfoque de la interpretación que se tiene de laIlustración. La razón independiente tiene gran protagonismo en la ética, que en este periodo es crítica y poderosa.
o    La industria y sus aplicaciones: la consecuencia es la organización científica del trabajo y de la sociedad. El proceso industrial se convierte en ideología, se ve como un factor integrador que propone un nuevo orden social. Esto significa que el ser humano puede y tiene que transformar la naturaleza, es decir, dominarla, hacer de su razón un instrumento operativo sobre el medio; de esta manera la naturaleza se convierte en un medio de trabajo.
El saber se vuelve y se entiende como ciencia físico natural (aplicación de la ciencia, es decir técnica, e interpretación práctico-instrumental de la razón), íntimamente relacionada con la técnica.
En este momento, Augusto Comte propone su ley de los tres estados, en la que muestra cómo la sociedad humana progresa hacia el estado positivo, que es el mejor, en el que la política, la religión, la vida, se rigen por la ciencia en el sentido práctico.
La razón especulativa entra en crisis y también lo hacen las ciencias. En cuanto a la primera, se critica la filosofía Hegeliana contra el auge positivista. En cuanto a la segunda, se dan cuenta que el proyecto positivista no puede abarcar toda la complejidad humana, porque hay factores (sociales, políticos, culturales) que implican valores. Esto provoca que se replanteen los logros de la ciencia y también los fines que persigue. Esta crisis sólo se puede hacer desde la filosofía.
2. Principales corrientes y autores:
·         Marxismo: propone una inversión del sistema Hegeliano. Propone una visión materialista, dialéctica, de la conciencia de la sociedad y la historia. Contra la consideración puramente interpretativa del mundo, Marx aboga por un pensamiento capaz de transformar el mundo: “Primero la teoría y luego la práctica”. Propone el comunismo como sistema económico y entiende la historia como un concepto materialista, atendiendo a los conceptos naturales.
·         Historicismo y vitalismo: proponen que la vida y la historia, además de entenderse en sentido biológico, deben entenderse en sentido biográfico, “es una vivencia” (Nietzsche).
·         Fenomenología: filosofía como descripción, como una ciencia estricta cuya función consiste en humanizar al hombre. Están contra del reduccionismo positivista, del reduccionismo psicologista y en contra también del reduccionismo escéptico; ven al filósofo como “un funcionario de la humanidad”.
·         Existencialismo: ocurre en el periodo de entreguerra. Expresa desorientación y desarraigo. Lo importante es la realidad personal, lo singular, lo diferente, la existencia humana, el yo, que no se puede reducir a razón o pensamiento, sino que es libertad absoluta (Sartre).
·         Neopositivismo: filosofía analítica. Parte de las ideas positivistas anteriores. Propone un análisis del lenguaje de manera que la filosofía persigue un único objetivo: aclarar los problemas lingüísticos.
·         Hermenéutica: “teoría de la interpretación”: método encaminado a la correcta comprensión de un texto y del mundo desde la comunicación interhumana, pasando por la manipulación social, el derecho, el arte y la religión.
·         Teoría crítica: el espíritu filosófico por excelencia es la crítica. Mantienen los orígenes de la filosofía. Desde la teoría, clarificando racionalmente, ejercen su labor sobre la estructura de la sociedad industrializada. De lo primero que se dan cuenta es que la Ilustración ha resultado lo contrario de lo que pretendía ser, porque la razón se ha instrumentalizado, es decir, la razón se utiliza como un medio, no como un fin, por lo que perdemos la libertad (dignidad kantiana).
La razón se ha vuelto represiva, totalizadora y reificante (cosificación). Se necesita para salir de esta situación la imaginación y la utopía.Arremeten contra la sociedad industrializada y el ser humano sumiso. Propone una crítica de la razón (como Kant) desde ella misma, para escapar de las ideologías. Conectan movimiento y acción porque pretenden transformar prácticamente la sociedad.
3. Temas fundamentales de la filosofía en esta época:
·         El lenguaje.
·         La historia. Conocimiento y Práctica
·         El individuo. Unidos
·         La sociedad.
o    Frederick Nietzsche: Alemania.
Toda su filosofía es considerada como una crítica a la tradición platónico-cristiana-occidental.
Plantea la perspectiva filosófica desde la genealogía y propone una nueva interpretación de la realidad, de la verdad y del hombre mismo (entendido como el ser humano).
“Dios ha muerto” Nietzsche es un “negador que afirma”; como afirma mucho, niega mucho mostrando su osadía y radicalidad, es decir, cree que para crear, antes hay que destruir, para afirmar algo antes tienes que negar de forma eficiente lo que había antes.
·         Crítica de la tradición occidental: vamos a criticar la moral, la metafísica, las ciencias... todo lo criticable; negar para afirmar, para proponer una perspectiva nueva.
El platonismo significa lo contrario de la condición fundamental de la vida, que no es otra que el perspectivismo.
o    Crítica a la moral: Nietzsche entiende como moral occidental aquello que se opone a la vida, algo contra natura, porque establece mandamientos/ leyes en contra de los instintos vitales apostando por la inhibición. Este tipo de moral representa la tradición occidental platónico-cristiana. El mundo de las ideas platónico sirve al más allá cristiano, poniendo como centro de gravedad del ser humano su vida en otro mundo, en el de las ideas platónicas, en el cielo salvador, etc. La moral, que nos dice cómo debemos comportarnos, supone para Nietzsche un síntoma de decadencia, de nihilismo. Es así porque es una moral opuesta a la vida misma. En lugar de valorar la voluntad libre del ser humano, la moral contranatura valora más a un Dios y a sus mandatos.
El cristianismo propone que para pecar, las personas tenemos que ser libres, de esa manera el castigo y la culpa estarían justificados. Nietzsche invierte este concepto de libertad cristiana: “La responsabilidad sólo es posible si el hombre es libre, no porque no se la haya dado ningún Dios ni ninguna institución, no porque tenga que seguir ninguna guía de conducta”. Por ejemplo, un soldado no es culpable de asesinato si ha matado por órdenes de un superior. Además, para aceptar la moral decadente, deberíamos aceptar otra vida fuera de este mundo, otro mundo fuera de esta vida, es decir, la dualidad. El ser humano no necesita un Dios para salvarse ni para saberse libre, siempre ha sido libre y lo será”.
La moral propuesta por Nietzsche difiere totalmente de la cristiana porque se basa en la exaltación de la vida, en la creatividad del ser humano, en entender la vida como un devenir constante.
En cuanto a los valores concretos que propone el autor frente a los valores cristianos, los que más sobresalen son la vitalidad y laespontaneidad, que no significan la ausencia de valores, que no significan ser amoral, sino que significan adoptar la parte más creativa del ser humano como criterio de nuestra conducta.
o    Crítica a la metafísica occidental: según el autor, hasta ahora ha habido un error básico: “La creencia en la antítesis de los valores”, ya que se pensaba que las cosas de valor supremo tenían su origen propio fuera de este mundo, y en muchos casos opuesto a él. Sus conceptos, categorías, eran estáticas, rígidas, inmutables, eternas; imponiendo que la verdad está más allá, que no está al alcance de todos. No hay dos mundos en el que uno sea aparente y otro verdadero, en el que importa más la razón que los sentidos, sino que Nietzsche dice que lo que hay es un devenir constante, creando y destruyendo. La metafísica tradicional está basada, según Nietzsche, en los prejuicios de los filósofos, contra algunas manifestaciones de la vida, como el horror a la muerte, a la vejez, al cambio, a la procreación... Establece una relación muy íntima entre metafísica y moral, concretamente la metafísica platónica y la moral cristiana (se desprecian los sentidos como excusa de perdición).
La tradición occidental acepta como verdad la reflexión racional, sin darse cuenta de que “no está fundamentada en la lógica, sino en la necesidad que tenemos los seres humanos de sobrevivir en un mundo en constante devenir”.
Las categorías racionales muestra un mundo dosificado mediante conceptos, proporcionando la actitud de recelo frente a la vida. Esto, según Nietzsche, refleja el nihilismo, algo estático. Frente a esta manera de entender, hay que inventarse otra perspectiva que anula la dualidad del mundo, en la que el mundo de la vida y los sentidos es el peor.
Tanto el platonismo como el kantismo son síntomas de una voluntad que pretende lo imposible (crítica a Platón y a Kant): racionalizar el devenir de la vida, obligando a inventar ficciones sobrenaturales. Las personas inventamos los conceptos, las categorías, y debemos ser conscientes de ello para no caer en la dependencia de nuestro propio invento. El hombre se ha hecho dependiente de la razón, de un Dios, y de la historia y la ciencia. Explica Nietzsche la génesis de estos conceptos, que son sin duda el mayor obstáculo para interpretar la vida como un devenir.
Toda palabra se convierte en concepto (categoría desde el momento en el que deja de servir para la vivencia original, única, individual, a la que debe su origen). Se pretende que el concepto sirva para expresar una multiplicidad de cosas individuales y concretas.
La verdad no es más que un conjunto de generalizaciones (generalización de conceptos, ideas, arrastradas desde la tradición), de ilusiones, que el uso y la costumbre vienen imponiendo, y cuya naturaleza desconocemos.
El proceso de formación de concepto va desde la sensación a la fijación del nombre. No hay ningún proceso lógico en la formación de conceptos. La razón, que es la capacidad de abstraer, generaliza las impresiones convirtiéndolas en conceptos, y después prefiere los conceptos a las impresiones mismas. Gracias a la abstracción racional fijamos el mundo, y establece una conexión precisa entre los nombres y las cosas, entre los conceptos y la realidad.
Nietzsche pone en duda que los conceptos capten la verdad, que aprehendan la realidad, porque es puro devenir, puro cambio. Existiría la Verdad si fuese posible la percepción exacta, pero esto es imposible porque entre el sujeto que percibe y el objeto percibido no hay correspondencia lógica. Así pues, a través de las palabras no se llega nunca a entender el origen de las cosas.
¿Estamos siendo engañados por nuestro propio lenguaje? Según Nietzsche sí.
o    Crítica a las ciencias: entiende que las ciencias matematizan la realidad. Este lenguaje matemático no nos ayuda a conocer las cosas, sólo a establecer una relación cuantitativa con ellas. Determinar cuantitativamente la vida, la realidad, las cosas, tiende a anular las diferencias querealmente existen entre ellas, tiende a totalizar las cosas (igualar perdiendo los matices, la diversidad).
Querer reducir todas las cualidades en cantidades es un error. Este método estadístico se relaciona con la metafísica tradicional porque se inspira directamente en la lógica que reduce todas las diferencias. Este modelo matemático apunta a la estabilización formal de las relaciones humanas externas e internas. Nietzsche critica la idea de progreso que se desprende de la ciencia de su época.
La ciencia investiga el curso de la naturaleza, así conoce cantidad de números, pero nunca puede dar una orden al ser humano porque nada sabe de la pasión, del amor, del placer, del dolor, del sufrimiento... Es el ser humano quien explica a las ciencias y no al revés; la ciencia no debe hacer juicios de valor, ya que para valorar está la moral.
La ciencia se ha convertido en la nodriza al servicio de los intereses estatales. Este Estado la toma (a la ciencia) con el fin de explotarla para sus fines. “El monstruo más frío de todos los monstruos, el Estado, posee en la ciencia su más fiel servidor. El golpe de estado dado por la ciencia (Renacimiento) a la religión ha sido hábil; empleado, no por el pueblo, sino por el príncipe (el propio Estado”.
“Donde se mezclan las razas está el origen de una gran cultura”
·         Nihilismo: no es una doctrina filosófica, sino un movimiento histórico occidental que Nietzsche representa en su “Dios ha muerto”, cuyo significado es que nos hemos quedado sin “brújula”, sin fundamento, sin orientación, cuando el mundo racional, el religioso, pierde su función.
Pero el nihilismo tiene dos caras: una negativa y otra no:
·         La negativa es la tradición platónico-cristiana-occidental.
·         La positiva es reconocer las condiciones que han llevado a occidente a ser nihilista. La consecuencia inmediata de este reconocimiento es la duda, la pérdida radical del sentido de la orientación, es el momento de la reflexión y de adoptar una nueva perspectiva, transformando los valores, destruyendo para crear esperanza, instinto, ilusión, salud, azar, actividad...
Con la expresión “Dios ha muerto”, quiere decir Nietzsche que lo que ha muerto es el monoteísmo, el dogmatismo, el pensamiento cínico sobre lo natural, sobre lo divino, ha muerto la mala guía.
o    Voluntad de poder: para Nietzsche, la realidad es perspectiva (dinámica, incesante, cambiante...), también es vital (la vida animal y la humana) y es devenir, Así, la vida es interpretadora, selecciona aspectos y los relaciona. El cerebro del ser humano interpreta, comprende, desde una perspectiva cambiante y diversa, múltiple. El ser humano tiene una pluralidad de impulsos e instintos en constante lucha entre sí. No es un producto definido, acabado, sino un proceso, como la propia vida, eterno e infinito. La realidad del propio ser humano, como la vida, es un cambio cualitativo.
Los conceptos de la filosofía occidental-platónico-cristiana son estáticos, y son desestimados por Nietzsche porque desprecian la parte irracional del ser humano. Lo verdadero y lo falso está en función de lo que es útil para vivir mejor, por lo tanto, es cambiante frente a la verdad establecida hasta ahora, que a juicio de Nietzsche es un error por estar fijada, acostumbrada, inmóvil.
El pensamiento puede transformar el error de occidente con la voluntad de poder, la voluntad de ilusión, conociendo la auténtica realidad, captando el devenir de la vida, y siendo conscientes de que la razón no puede acabarlo todo, de que las categorías racionales simplifican la realidad por quererla abarcar sólo desde la razón: pero el ser humano es más desde otras perspectivas.
Se crea un lenguaje nuevo, un lenguaje metafórico, que depende de la perspectiva. La metáfora integra la diversidad, porque está abierta; forma parte de la realidad cambiante del devenir (porque está abierta, no es fija, puede cambiar, evolucionar, tomar matices): frente a la unidad, Nietzsche propone la pluralidad. Da prioridad a la creatividad, la exaltación, a la ilusión. Por esto, porque somos creativos y plurales,propone el ateísmo para afirmar la vida, esta vida, la vida terrenal.

Nietzsche propone también transmutar todos los valores, para afirmar el valor de la vida: “el móvil primitivo de la filosofía es la risa”(recuerda a “En el nombre de la rosa”).

. La crítica de Marx al idealismo de Hegel

. La crítica de Marx al idealismo de Hegel
    Hegel había sido uno de los mejores continuadores del talante ilustrado, expresión de una filosofía madura capaz de lograr una síntesis de alcance similar a la de Kant. Con Hegel se consuma la madurez teórica e ideológica del pensamiento cristiano-burgués. No es de extrañar, por tanto, que Hegel sea una de los primeros objetivos de Kant.
a) Lo real y lo racional
Una de las ideas más conocidas de Hegel es la siguiente: «Todo lo racional es real y todo lo real es racional» (Principios de la filosofía del derecho). Puede significar tres cosas: [1ª] La realidad es de naturaleza racional, es decir, que la esencia de la realidad es la razón, el pensamiento; y las diversas manifestaciones de lo real no son más que manifestaciones del espíritu humano. [2ª] Todo lo que existe en la realidad es racional, satisface las exigencias de la razón. Por tanto, [3ª] toda la realidad social y política, tal y como está estructurada, es racional -se presta a justificar cualquier orden o estado social y político-.
b) La realidad como sujeto
La realidad, lo que nos rodea, no es más que un producto del pensamiento, pues el pensar rige al ser y a la realidad. El pensamiento se considera sujeto, y la realidad objeto. Pero en este caso el sujeto es más importante que el objeto, porque todo lo que sea objeto no es más que expresión, exteriorización y manifestación del sujeto.
c) La realidad como espíritu
Toda la realidad, para Hegel, es una gran unidad o sistema, cerrada y bien diseñada, de acuerdo con las exigencias de la razón. Es una unidad o sistema racional, y sólo el todo resulta verdadero. Las partes aisladas no son más que verdades parciales, limitadas. La verdad no está en un campo limitado del saber, sino en la relación de una idea con las demás del sistema. Sólo lo inteligible, comprensible, racionalizable y expresable en ideas es real.
d) El idealismo hegeliano. Afirma, resumidamente, lo que sigue:
i) La realidad es razón, idea, espíritu (tesis ontológica).
ii) La idea o espíritu determina y origina las diversas formas de realidad (tesis epistemológica). Las ideas son el sujeto que originan los diferentes objetos de la naturaleza.
iii) La realidad es un sistema racional. Lo verdadero es el absoluto, y el absoluto es idea o espíritu.
Y sus consecuencias:
1) Respecto a la naturaleza humana, el hombre consiste fundamentalmente en razón: es una forma de espíritu o autoconciencia.
2) Respecto a la historia, está dirigida por el espíritu, que es el sujeto de la historia, y consiste en el desarrollo progresivo de la libertad -pero una libertad imaginaria de sujetos imaginarios-. El Estado es la mejor realización de la libertad, la plasmación empírica e histórica de las ideas.
3) Respecto a la filosofía del Derecho, significa que el orden social y político, la estructuración social y política que se da en el Estado, es plenamente racional: el orden político de su tiempo coincide con los principios de justicia y racionalidad que la razón impone. Hace posible, según Hegel, la realización del hombre.
Pero Marx señala que la existencia del proletariado contradice la supuesta racionalidad de lo social y lo político. El proletariado no está destinado a realizar las capacidades y aptitudes humanas, sino a todo lo contrario: la realidad de la razón, del derecho y de la libertad se convierte entonces en la realidad de la falsedad, la injusticia y la esclavitud.
4) En relación con la filosofía y la cultura, Marx critica con dureza su carácter puramente teórico y especulativo. La filosofía se ha limitado a reproducir, en el orden del pensamiento, algunos aspectos de la realidad. Según Hegel, «la filosofía llega siempre demasiado tarde: aparece sólo cuando la realidad ha cumplido y terminado su proceso de formación». El saber y la filosofía se convierten así en otra forma de ideología, instrumentos en manos de quienes tienen el poder social. El marxismo propondrá que la filosofía y la cultura son ante todo acción, praxis.
e) La ambigüedad de la filosofía hegeliana
    Hegel da pie a interpretaciones de talante muy conservador, pero también puede ser entendido como una invitación a la revolución y la transformación de la realidad. Cuando afirma que «todo lo real es racional», no intenta decir que lo que vemos ahora es racional -cosa que tiene muy poco de verdad-, sino que cualquier elemento de la realidad que no responda a las exigencias de la razón y no quede justificada ante ella, ha de ser cambiado y transformado hasta que sea verdaderamente racional.Asoma aquí el lado revolucionario de su filosofía: el mundo no puede concebirse como un conjunto de objetos terminados, sino como un conjunto de procesos en oposición: la dialéctica de la naturaleza y del saber.
    La ambigüedad hegeliana facilitó que tanto izquierdas como derechas intentaran «apropiarse» de Hegel. Pero Marx siempre mantuvo y potenció los aspectos revolucionarios de la filosofía hegeliana: «Lo grandioso de la fenomenología hegeliana...: la dialéctica de la negatividad como principio motor y generador».

2. La crítica de Marx al materialismo de Feuerbach
Frente a toda interpretación idealista de la realidad, como la hegeliana, el marxismo es una teoría materialista de la realidad. Para el materialismo, «lo único real es la naturaleza: la naturaleza existe independientemente de toda filosofía; es la base sobre la que crecieron y se desarrollaron los hombres, que son también, de suyo, productos naturales; fuera de la naturaleza y de los hombres no existe nada, y los seres superiores que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que otros tantos reflejos fantásticos de nuestro propio ser» (Engels). 

El pensamiento marxista, nutriéndose de toda la obra de creación humana que le antecedió, sitúa al hombre no sólo como centro de sus preocupaciones filosóficas, sino que propone las vías para lograr una verdadera existencia humana, y en ese sentido proyecta la formación de un hombre nuevo, un individuo superior, plenamente emancipado y desarrollado multifacéticamente en todos sus aspectos, es decir, perfeccionado espiritual, moral, físico y estéticamente.
El humanismo marxista no se basa en una concepción general abstracta del hombre, sino en una visión histórica y social, es decir concreta de lo humano; donde el hombre es, a la vez que creador, resultado de la sociedad en que vive.
Para Marx el hombre es ante todo el conjunto de sus relaciones sociales "... la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de sus relaciones sociales". Relaciones que no son puramente espirituales, entre conciencias, sino la unidad de lo espiritual y lo material, relaciones establecidas a través de la interaccióndel hombre con la naturaleza en el proceso de producción y reproducción de su vida material y espiritual.
Por medio del trabajo el hombre transforma la naturaleza y crea objetos. El producto es obra humana, proyección u objetivación del hombre. Por medio del trabajo el hombre pone la naturaleza a su servicio, la humaniza, pero, al mismo tiempo el hombre se eleva sobre ella, se remonta sobre su ser natural; en una palabra, se humaniza a sí mismo. Si el trabajo es de este modo, la autoexpresión del hombre y el proceso de su autodesarrollo, debería ser pues, fuente de satisfacción para éste, pero pierde esta posibilidad en el proceso de su enajenación, en la conversión del trabajador en mercancía, efecto de la división social del trabajo, que en las condiciones de la propiedad privada, lo reduce a una fracción de hombre.
Marx analiza la relación existente entre propiedad privada y trabajo enajenado. El trabajo enajenado se vincula con la naturaleza esencial de la propiedad privada y con su desarrollo, por lo que la liquidación de la propiedad privada en un estadio dado del desarrollo social- a través de la revolución social del proletariado- implica simultáneamente la eliminación del trabajo enajenado.
Ya Hegel, en la Fenomenología del Espíritu, había tratado el problema de la enajenación, visto como un recurso de negación dialéctica que permite un autoconocimiento del Espíritu Absoluto, en tanto desaparece la relación sujeto-objeto, para nivelarse en la relación sujeto-sujeto. Para Marx, la enajenación es el concepto que permite explicar aquellas relaciones que conducen a una forma de trabajo en la cual queda anulada la libre actividad humana, sustituyendo la función social del trabajo, orientada hacia el establecimiento de vínculos humanos entre los hombres, por la cosificación de esas relaciones.
El hombre se afirma como ser humano cuando realiza la actividad de forma libre, capaz de proporcionar placer y no una actividad forzada. En el capitalismo, donde la actividad humana se realiza en los marcos de la propiedad privada, la explotación del trabajo asalariado se convierte en un medio de obtención de riquezas. Las relaciones entre los hombres pierde sucarácter esencialmente humano y se potencian las necesidades no satisfechas y la descomposición de los valores espirituales.
En el devenir histórico, la propiedad privada limitó el proceso natural de desarrollo del individuo, quedando frustradas las posibilidades de revelar libremente sus capacidades creativas, y el propio proceso del trabajo, dejó de ser un elemento de reafirmación del hombre en la sociedad. Es por ello que en la sociedad burguesa el hombre se ve impedido de desarrollar plenamente sus potencialidades humanas.
Un elemento importante de las reflexiones de Marx, lo constituye la idea acerca de la necesidad de superar la propiedad privada como causante de la deshumanización. Feuerbach consideraba la exteriorización de la esencia humana únicamente como alienación, Marx ve en ella la forma en que se concretan las fuerzas creadoras del hombre, fuerzas que se alienan sólo en condiciones determinadas y por tanto de forma transitoria.
Mientras que Feuerbach no toma en cuenta la práctica transformadora del hombre, Marx define al hombre no sólo en su aspecto genérico, sino esencialmente en su determinación social, como resultado del medio y como fuerza esencial de su transformación. Asume de Feuerbach, la idea de que la alienación constituía la característica de la sociedad deshumanizada, y que la supresión de ella resultaba una condición necesaria para devolver al hombre sus condiciones de ser humano, superándolo al sustentar el criterio de que la transformación de la sociedad exige la supresión del trabajo alienado y esto se logra con la revolución del proletariado, con el cambio del carácter de las relaciones de propiedad. En Marx se presenta la definición de la actividad, como modo específicamente humano de relación entre los hombres, y de éstos con la naturaleza, en el curso de la cual se forma el hombre y se transforma el mundo.
El hombre creador es analizado por Marx no como un ente abstracto, aislado y dotado de propiedades innatas, sino como individuo concreto, que encuentra la medida y el grado de realización de su esencia en el carácter del régimen socioeconómico en que vive y se desenvuelve.
En la sociedad en que está establecida la división del trabajo (basada en la propiedad privada), "las actividades espirituales y materiales, el disfrute y el trabajo, la reproducción y el consumo, se asigna a diferentes individuos, y la posibilidad de que no caigan en contradicción reside solamente en que vuelva a abandonarse la división del trabajo" ; por lo que ello genera distribución desigual del trabajo y de sus productos; o lo que es lo mismo la propiedad, "... división del trabajo y propiedad privada -escribió Marx- son términos idénticos: uno de ellos dice, referido a la actividad, lo mismo que el otro, referido al producto de ésta". Marx hace este planteamiento en el sentido de que la división del trabajo es la que sirve de base a la división de la sociedad en clases. Quiere decir, que la base material de la producción mercantil es la división social del trabajo, pero no su causa, puesto que la causa de la producción mercantil es la propiedad privada sobre los medios de producción, en tanto aislamiento de los productores.
De esta forma, la división social del trabajo provoca que cada hombre cree con su trabajo, sólo un fragmento de la cultura humana, el resto de la riqueza de la humanidad se mantiene para él como algo ajeno, situado fuera de él y que se le contrapone como una fuerza ajena. Lo que significa que la enajenación del hombre aumenta en la medida que aumentan las riquezas que él mismo produce y reproduce con su trabajo, que crea fuera de sí y contra sí.
La división social del trabajo y el nivel de desarrollo logrado por las fuerzas productivas, a la vez está enlazada estrechamente con el carácter del régimen social y es un indicador de las relaciones sociales en cuyo ámbito se realiza el trabajo. Bajo el capitalismo, la división del trabajo se desarrolla de modo espontáneo, las industrias y producciones se desenvuelven de manera desigual y no dejan de surgir desproporciones entre ellas. El ahondamiento de la división del trabajo imprime al proceso de producción un carácter cada vez más social, mientras que la apropiación de los resultados del trabajo sigue siendo cada vez más privada. Sólo al cambiar el carácter de esa división se crean las condiciones para el completo desarrollo del hombre.
Al analizar el planteamiento de Marx y Engels acerca de la eliminación de la división social del trabajo, aspecto que tratan en varias de sus obras, entendemos que el mismo está encaminado no a la eliminación de la división del trabajo, sino al carácter enajenante que le imprime a ésta la existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción. Es necesario analizar la división social del trabajo como dos lados de un mismo proceso: por un lado el desarrollo de las fuerzas productivas, su desarrollo, genera el aislamiento de los productores, condicionada por la existencia de la propiedad privada, por el otro, genera un mayor nivel de especialización de los productores, lo que hace que cada vez más, para producir un producto se necesite del trabajo de un mayor número de productores. De todos modos en el comunismo el individuo tendrá que atender una parte del trabajo productivo, pero el empleo de forma social y planificada de los medios de producción y el desarrollo de la ciencia y la técnica, brindarán la posibilidad de desarrollar todas sus capacidades. Quiere decir que lo que cambia es el carácter enajenador de la división del trabajo.
La sociedad se adueña de todos los medios de producción y los emplea de forma social y planificada, de esta forma acaba con el sojuzgamiento a que se ha visto sometido el hombre bajo el dominio de sus propios medios de producción, y como condición, debe desaparecer la vieja división del trabajo. Al respecto Engels plantea:
Su lugar debe ocuparlo una organización de la producción en que, de un lado, ningún individuo pueda desatenderse de su parte de trabajo productivo, que es condición natural de toda existencia humana, cargándola sobre otros y en la que, de otra parte, el trabajo productivo se convierta, de medio de esclavización, en medio de emancipación del hombre, que brinde a todo individuo la posibilidad de desarrollar y ejercitar en todos los sentidos todas sus capacidades, tanto físicas como espirituales, y se transforme de una carga en un goce.
El despliegue de las potencialidades humanas está dado en el contenido social de toda la realidad, en la realidad humanizada que debe ofrecer la sociedad futura. La socialización de la propiedad sobre los medios de producción aparece así como condición indispensable para el progreso de la humanización del hombre, y, por tanto, para el despliegue de todo su ser social.
La socialización de la propiedad sobre los medios de producción, es ante todo la socialización de la actividad, la socialización del trabajo, la planificación y dirección consciente de las fuerzas productivas; "sustituir al individuo parcial, simple instrumento de una función social de detalle, por el individuo desarrollado en su totalidad, para quien las diversas funcionessociales no son más que otras tantas manifestaciones de actividad que se turnan y revelan". Lo que equivale a decir que debe crearse una generación de productores dueños de sus condiciones de producción y reproducción, formados y capacitados universalmente, que conozcan las bases científicas de toda la producción industrial y cada uno de los cuales haya aprendido prácticamente toda una serie de ramas de la producción desde el principio hasta el fin.
Para Lenin la expropiación capitalista permitirá un gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas y con ello la eliminación de la vieja división del trabajo. Lo que no se puede precisar es qué tiempo se empleará para lograr ese desarrollo, ni "la rapidez con que se llegará a romper con la división del trabajo, a suprimir el contraste entre el trabajo intelectual ymanual, a convertir el trabajo 'en la primera necesidad vital' ."
La transformación de las fuerzas personales en materiales provocada por la división del trabajo no puede eliminarse, quitándose de la cabeza la idea acerca de ella, sino logrando que los hombres sometan bajo su mando estos poderes materiales y supriman la vieja división del trabajo.
El carácter esencialmente humano de la sociedad futura estará dado en las posibilidades que tendrá el hombre de desplegar todo su potencial humano, hacerse verdaderamente un hombre rico, un individuo cuya vida abrace una esfera de variadas actividades de relaciones prácticas con el mundo, que lleve una vida multilateral, que su pensamiento tenga el mismo carácter de universalidad que cualquier otra manifestación de vida de este individuo.
Es decir, para los clásicos del marxismo, la sociedad comunista liquidará la vieja división del trabajo sustituyéndola por una distribución racional de los diversos tipos de actividad, una distribución entre individuos, rica y multilateralmente desarrollada.
El filósofo de la otrora URSS, E.V.Ilienkov, en su obra De ídolos e ideales, al referirse a esta problemática, considera que un modelo de comunidad organizada al modo comunista, se puede construir sólo de individuos multilateralmente desarrollados, un modelo de organización donde el único objetivo de la actividad humana es aquí el propio hombre, y todo lo demás sin exclusión, se convierte en medio que por sí mismo no tiene significación alguna. Es por ello que el comunismo es la única doctrina que contempla la completa liquidación de la enajenación, manteniéndose como ideal a alcanzar.
El descubrimiento de las leyes del desarrollo social y la consolidación de una teoría filosófica científica, le permitieron a Marx afirmar que el hombre es un ser que realizará su esencia humana en la medida y el grado en que lo permita el carácter del sistema social en que vive, por ello plantea la necesidad de superar la sociedad capitalista como causante de la deshumanización moderna, y crear una sociedad que propicie la plena realización del hombre.
De todo este análisis se infiere que para Marx, el hombre nuevo es el individuo que corresponde a la sociedad comunista, sociedad que permitirá el libre desarrollo pleno y armónico del hombre, un productor capacitado universalmente, conocedor de las bases científicas de la producción, y con un pensamiento universal que le permita la plena satisfacción de las necesidades materiales y espirituales, con un alto desarrollo ideopolítico, estético y moral.
El triunfo de la Revolución Socialista de Octubre transformó en realidad las ideas liberadoras de Marx, Engels y Lenin, multiplicándose en todo el mundo la doctrina emancipadora de los clásicos del marxismo, no solamente en Europa sino también en América Latina. En el caso de Europa, se destacó sobremanera el filósofo y luchador italiano Antonio Gramsci, quien fundó en su vida y obra la más estricta fidelidad al espíritu creador del marxismo. Este reconocido marxista, puso en el centro de su análisis la cuestión de la cultura espiritual y el papel de la intelectualidad en el proceso revolucionario.
Antonio Gramsci, al igual que Marx, considera que el hombre es el conjunto de sus relaciones sociales; el hombre activo que modifica el ambiente, entendiendo por ambiente el conjunto de las relaciones en las que interviene cada individuo. Por tanto, si la individualidad propia es el conjunto de las relaciones sociales, hacerse una personalidad significa adquirirconciencia de tales relaciones, de ahí que planteara que "... la actividad revolucionaria que crea al "hombre nuevo", […] crea nuevas relaciones sociales".
Para Gramsci, en el período de la creación revolucionaria y de la fundación de la nueva sociedad, la resistencia y el sacrificio no tienen límites, y el hombre nuevo tendrá que luchar constantemente con el "burgués" al acecho. Utiliza el término hombre nuevo para referirse al hombre que se forma en la actividad práctica, al hombre que se va cambiando en tanto cambian las circunstancias. Como veremos más adelante las coincidencias del Che con estas visiones filosóficas de Gramsci son significativas.
Para Gramsci, en el Partido Comunista como organización que agrupa la vanguardia, puede encontrarse el germen de libertad que tendrá su desarrollo y expansión plena una vez que el Estado obrero haya organizado las condiciones materiales necesarias.
La obra de este autor se difunde en América Latina a partir de los años 50, y por los puntos de coincidencia que encontramos en la concepción guevariana con la de este autor, pudiera afirmarse que su obra fue conocida por el Che, pues es bien conocido que en éste se da lo que Aricó dijo de Gramsci: "Ante todo y por sobre todo fue un político práctico". Ambos planteaban la necesidad de transformar al hombre en la misma medida que se transforma la sociedad que construye el socialismo, donde el hombre adquiere nuevos valores en la actividad práctica, "el socialismo no se impone con un fiat mágico: el socialismo es un desarrollo, una evolución de momentos sociales cada vez más ricos en valores colectivos"
Como ya hemos señalado, al igual que para todo el mundo, para América Latina, la Revolución de Octubre también constituyó un extraordinario hecho histórico. Al influjo de este acontecimiento, toma auge la difusión del marxismo-leninismo aún cuando desde antes, esas ideas habían entrado en la región, divulgándose a través de diferentes vías, aunque muchas veces en formas tergiversadas.
En el caso de Cuba, varios intelectuales revolucionarios no solo colocaron al hombre en el centro de sus concepciones e ideales, como fue el caso de Julio Antonio Mella, sino que intentaron crear las condiciones objetivas y subjetivas para su logro. En el resto de Latinoamérica encontramos también dignos ejemplos de pensadores marxistas de una amplia y profunda concepción humanista como fue el caso del peruano José Carlos Mariátegui, del argentino Aníbal Ponce, el también argentino Carlos Astrada y el mexicano Vicente Lombardo Toledano, por solo mencionar algunos de los más destacados.
José Carlos Mariátegui analiza la realidad de América Latina desde un enfoque dialéctico, considerando la correlación sociedad-individuo a partir de las particularidades de la región, por ello señala: "no queremos que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propiolenguaje, al socialismo indoamericano. He aquí una visión digna de una generación nueva," se trata de pensar con ideas propias, de buscar soluciones a los problemas devenido de nuestra realidad, tarea que debe enfrentar un hombre que piense diferente, pero sin menospreciar los valores morales creados por las sociedades que le antecedieron, hace un análisis objetivo de los problemas socio-culturales y clasistas de la realidad latinoamericana. Es la línea que sigue al analizar la realidad peruana, según su opinión, "El socialismo nos ha enseñado a plantear el problema indígena en nuevos términos. Hemos dejado de considerarlo abstractamente como problema étnico o moral para reconocerlo concretamente como problema social, económico y político y entonces lo hemos sentido, por primera vez esclarecido y demarcado". Ello le permite proponer soluciones a los problemas del momento y trazar la estrategia de la lucha latinoamericana, ve el socialismo como porvenir de América, y a las nuevas generaciones como sus protagonistas, quienes deben crear y realizarse en el trabajo; por eso expresó: "El destino de un hombre es la creación. Y el trabajo es creación, vale decir liberación. El hombre se realiza en su trabajo". Es decir que para este pensador, el trabajo es la vía hacia la realización humana, por lo que se debían crear las condiciones que hicieran posible que el individuo se viera realizado en su obra.
Para Anibal Ponce, la existencia de la propiedad privada sobre los medios de producción, hace que la máquina triture al obrero y lo degrade. En el comunismo, en cambio, la máquina liberará al obrero con la reducción de la jornada laboral y el bienestar creciente, le dará posibilidad de asomarse al mundo de la cultura. Al respecto planteó:
[...] La máquina, que es por esencia liberadora, acentúa bajo el capitalismo la estrechez de las especialidades con el "idiotismo profesional" que en poco tiempo crean [...] ¿Cómo devolver al individuo mutilado por la especialidad, su desarrollo completo, su sed de totalidad? Por la conquista del poder político que será el resultado de la victoria proletaria.
Para este pensador, la eliminación de la división social del trabajo, es el fundamento de la formación de la personalidad de nuevo tipo, que junto a la educación, que es la encargada de combinar la teoría con la práctica, asegurarían el desarrollo universal de las capacidades humanas. Sostenía que "El socialismo, aunque digan lo contrario sus enemigos, aspira a realizar la plenitud del hombre, es decir a liberar al hombre de la opresión de las clases para que recupere con la totalidad de sus fuerzas, la totalidad de su yo [...]".
De aquí que para Ponce, el término hombre nuevo, esté referido al hombre de desarrollo integral, para quien las diversas funciones sociales no serían más que maneras diferentes y sucesivas de su actividad; hombres que pueden formarse en determinado momento del desarrollo histórico. La formación del hombre nuevo, se fundamenta en dos premisas: en la conquista del poder político por el proletariado y en la eliminación de la división social del trabajo, así como en la posibilidad que tendrán los hombres de dominar la cultura.
Otro argentino, Carlos Astrada quien fuera en sus inicios seguidor del existencialismo (corriente ético-filosófica que ganó muchos adeptos en América Latina); se separa de éste al comprender la incapacidad de dicha filosofía para resolver los problemas del hombre, desembocando finalmente en el marxismo.
Astrada, siguiendo la concepción marxista, ve en el proletariado la clase emancipadora, que al cumplir su misión histórica de superarse a sí misma como clase, debe abolir la sociedad clasista, provocando el advenimiento del hombre humano, rotas las ataduras de la enajenación, mediante el salto al "reino de la libertad". Partiendo de Marx, ve al comunismo como positiva superación de la propiedad privada, como condición necesaria del retorno del hombre a sí mismo como ser social, donde puede llegar a ser un "hombre total", es decir, devenir universalmente humano. "Ahora -señala Astrada- se encamina a una nueva realización de su ser, a una nueva imagen suya. Aspira a realizarse y concebirse en todas sus posibilidades inmanentes, a integrarse en sus potencias, reencontrarse, en fin, a sí mismo en una plenaria concreción de su humanidad esencial". Astrada